El caso de los huellas en la nieve comenzó en 1954, cuando el granjero sueco Tord Gunnarsson encontró una extraña huella en la nieve cerca de su casa. La huella tenía una forma triangular con puntas afiladas y no pertenecía a ningún animal común conocido. Esto hizo que Tord se sintiera alarmado, y llamó a la policía para informar del misterio.
Los investigadores llegaron al lugar y encontraron las huellas en la nieve fresca, lo que indicaba que el fenómeno había ocurrido recientemente. Sin embargo, no pudieron encontrar ningún signo de lo que podría haber causado las huellas. Los investigadores creían que podría tratarse de una broma maliciosa o un caso de jorobadía.
Sin embargo, la noticia del caso comenzó a circular por el pueblo y pronto alcanzó los medios nacionales. La noticia despertó la curiosidad y el misterio de muchos suecos, quienes comenzaron a especular sobre lo que podría haber causado las huellas.
El caso llegó al punto de que la policía tuvo que intervenir para calmar la situación. Los investigadores no encontraron ninguna explicación razonable para el fenómeno, y finalmente el misterio se olvidó. El caso de los huellas en la nieve sigue siendo un misterio que ha intrigado a muchas personas en todo el mundo, y hasta hoy no se han ofrecido ninguna explicación satisfactoria sobre el fenómeno.





