La ciudad belga de Amberes es conocida por su bella arquitectura, su arte y su historia, pero también por otra cosa: el Túnel de la Bicicleta. Este pasadizo subterráneo construido en 1936 para facilitar la conexión entre los ciclistas está situado en el centro de la ciudad y ha sido objeto de muchos informes de fenómenos extraños desde hace décadas. Sin embargo, eso no le impide ser una de las rutas más transitadas por los ciclistas del lugar, ya que ofrece una velocidad mayor en comparación con la calle y también es un transporte ecológico y seguro. Aunque muchos ciclistas no dudan en usarlo por la rapidez que ofrece el túnel, algunos de ellos reportan haber tenido visiones extrañas durante su transcurso. Uno de los fenómenos más polémicos ocurrió el 13 de julio del año 2016 cuando un ciclista llamado Jan Verbuecken se encontraba en la boca norte del túnel cuando comenzaron a oírse sonidos extraños que parecían proceder del suelo. Sin embargo, nada vio y no pudo localizar el origen de los sonidos, por lo que se sintió perplejo. El ciclista decidió continuar su trayecto pero las apariciones seguían ocurriendo y al llegar a la boca sur del túnel descubrió que había dejado caer una lata de aluminio durante los sonidos extraños. El ciclista se sintió asombrado al ver la forma en que la lata estaba situada ya que tenía la apariencia de que un ser invisíble se encargara de ubicarla. Otros informes de fenómenos extraños se han ido sucediendo desde entonces, pero aún no ha sido posible explicar el misterio del Túnel de la Bicicleta.
El extraño misterio del Túnel de la Bicicleta





